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NO MENOSPRECIES TU CAMINO

1 Samuel 22:1-2 relata: Yéndose luego David de allí, huyó a la cueva de Adulam; y cuando sus hermanos y toda la casa de su padre lo supieron, vinieron allí a él. Y se juntaron con él todos los afligidos, y todo el que estaba endeudado, y todos los que se hallaban en amargura de espíritu, y fue hecho jefe de ellos; y tuvo consigo como cuatrocientos hombres.

La Palabra nos presenta a David, quien en ese tiempo aún no era rey de Israel, en una cueva donde se convirtió en jefe de un grupo de perseguidos, endeudados y amargados. ¡Imagina qué maravilloso panorama para un hombre a quien se le había profetizado gobernar un reino! Ante esa circunstancia poco alentadora, David pudo desmotivarse y renegar diciendo: ¡Esto no es un castillo y estas personas no son el séquito que esperaba! Sin embargo no lo hizo. En su lugar, seguramente hubiéramos dudado del profeta Samuel para luego deprimirnos. Pero la promesa era que David sustituiría a Saúl y él puso su mirada en ese objetivo dado por Dios, sin importar lo que sus ojos veían en ese momento. Muchas veces nos sucede igual y nos encontramos como en una cueva oscura, ya que no hay Palabra que no tenga su propia batalla o ladrón queriendo robarla para que no se cumpla. Por eso dice la Biblia que hay semillas que no dan fruto porque se las comen las aves.

En esa cueva, David incluso pudo pensar que nunca sería rey porque, de hecho, ni siquiera era parte de la familia real. Jonatán, hijo de Saúl era a quien le correspondía la sucesión al trono, pero la Palabra del Señor es verdadera y supera cualquier circunstancia, así que incluso el mismo heredero legal se hizo a un lado para que David fuera rey. Esto no resultó fácil y nos muestra el corazón limpio y fiel de Jonatán quien siendo amigo íntimo de David e hijo de Saúl, no buscó protagonismo, sino que menguó para que se cumpliera la voluntad de Dios y su amigo alcanzara la posición que tenía destinada. Así que no está demás recordar que los buenos amigos tienen una actitud similar a la de Jonatán, se alegran por el éxito de sus amados y si es necesario, se sacrifican por ellos. De hecho, es una actitud muy parecida a la de nuestro Señor Jesucristo, ¿no te parece? Necesitamos esa actitud en la vida porque Dios tiene un lugar privilegiado para cada uno, más aún si demostramos que no pretendemos usurpar el lugar de alguien y somos capaces de luchar por el nuestro, aunque las circunstancias sean difíciles.

Del pesebre al trono
Lucas 2:7 nos cuenta sobre en nacimiento de Jesús: Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.

El nacimiento de Jesús nos muestra otra situación adversa que no fue un límite porque la promesa era más grande que la realidad de ese momento. Ahora no hablamos de un rey terrenal como David, sino del Rey Celestial quien tuvo que superar circunstancias adversas desde su nacimiento. Muchos dicen que Jesús nació en un establo para enseñarnos humildad, pero realmente no fue así, ya que ni María ni José lo prepararon de esa forma. La Palabra dice que Su madre lo acostó en un pesebre porque no había lugar en la posada, no porque quisieran dar una lección de humildad. Si nosotros siendo humanos, jamás someteríamos a nuestros hijos recién nacidos a una situación así, mucho menos ellos que sabían sobre la divinidad del niño que María había dado a luz. Si fuera para enseñarnos humildad, sería pecado que buscáramos el mejor hospital que podemos pagar para que nazcan nuestros hijos.

Dios no fue impositivo o prepotente haciendo que todos salieran del mesón para que naciera Su Hijo, tampoco envió un terremoto para que dejaran espacio, simplemente dejó que el plan se cumpliera. La circunstancia fue difícil, pero ese no era el destino para Jesús, sin embargo, debió afrontarlo. Si Él fue capaz de hacerlo, ¿porqué nosotros a veces nos quejamos tanto cuando debemos enfrentar adversidades?

No había una cuna de oro esperando a Jesús y tampoco había un trono esperando a David, pero ambos estaban convencidos de que esas circunstancias adversas eran pasajeras ya que el objetivo principal era glorioso. No hagas de tu principio el final anticipado, no seas fatalista, aprende a diferenciar el camino del destino y aprécialo para que te ayude a formar el carácter de un vencedor.

Si te graduaste con honores de mercadólogo y te ofrecen un puesto como vendedor, acéptalo y esfuérzate, aunque creas que estás preparado para asumir una gerencia porque todo implica un proceso y debes probar que tienes el carácter para asumir los retos. Las dificultades son inevitables y debemos superarlas. Imagina que María hubiera sido arrogante y dijera: “Esperemos que haya lugar en el mesón para que el bebé nazca”. Pero eso no era posible, el tiempo había llegado y debían superar las dificultades para que se cumpliera la Promesa de salvación. Lo mismo sucede con nuestra circunstancia, hay que afrontarla, vivirla, no renegar, sino buscarle solución.

Dios no planeó un pesebre sino un trono para Su Hijo, pero fue necesario pasar por el pesebre, además de superar difíciles y dolorosas circunstancias para que el trono fuera una realidad. Jesús nació en un pesebre, pero no se quedó allí. Tú debes decir convencido: “No me quedaré en la circunstancia difícil, Dios me sacará de esto si demuestro que tengo buena actitud”. Seguramente María no estaba feliz de acostar a su recién nacido en un pesebre, pero no se enojó o culpó a José por la situación. Tal vez alguna madre hubiera dicho: “Ves, te lo dije, ¡había que reservar habitación!” Afronta las dificultades con una buena actitud, optimismo y fe. Hacerlo forma tu carácter para que disfrutes de la bendición en el momento que la recibas. Aprende también de los Reyes Magos quienes no se detuvieron a juzgar la circunstancia, sino que se enfocaron en su objetivo: honrar al niño con los tesoros que le llevaban, aunque lo encontraron en un establo. Tus metas y las promesas del Señor deben estar por encima de lo negativo que puedas vivir en este momento, no te distraigas, concéntrate en lo bueno para que lo malo pase rápido.

Lo importante no es dónde nacimos sino lo que hacemos con nuestra vida y lo que logramos antes de morir. Algunos dicen: “Yo no pedí nacer, ¿porqué nací?” ¡No reniegues más! Estás vivo y debes hacer algo bueno con ese regalo que Dios te dio. Deja de blasfemar porque sufriste la pérdida de un ser querido, porque has sido víctima de la violencia, te han robado o mentido. El mismo Dios padeció el robo de toda una ciudad, tal como dice el profeta Malaquías, así que aprendamos a superar la adversidad con la actitud correcta, convencidos de que estamos pasando por el pesebre para llegar al trono.

Atravesar el desierto
En otro momento de Su vida, luego de ser bautizado, Jesús es llevado al desierto durante 40 días, pero tampoco se quedó allí porque sabía que era otro paso en el proceso para bendecir a otros y cumplir Su destino. Vemos que voluntariamente ayunó y rechazó la tentación. Se fortaleció para tener la fe que necesitaría para hacer milagros y pasar por el dolor de la cruz. Cuando no tienes pan para comer, puedes enfocarte en la situación de escasez o en que al final, los ángeles te alimentarán, tal como sucedió con Jesús en el desierto. ¿Dónde está tu carácter cuando debes pasar por un desierto? Llénate de paciencia y sabiduría.

Si quieres que la gracias de Dios te acompañe debes crecer, fortalecer tu espíritu y tu cuerpo. Jesús preparó Su cuerpo para la cruz porque sabía que era el instrumento para salvar a la humanidad, aunque alguien con mala actitud pudo pensar: “¿Para qué voy a cuidarme si al final moriré?” En los buenos y en los malos momentos, debes prepararte porque nunca sabemos cuándo puede venir algo peor. Ahorrar y ser previsor no es falta de fe sino prudencia, sabiduría, inteligencia y espíritu de consejo de Dios.

Superar el rechazo y el dolor
Jesús también tuvo que afrontar otra situación difícil cuando el pueblo escogió que liberaran a Barrabás y no a Él. Seguramente el sentimiento de rechazo fue terrible luego de haberles hecho tanto bien y que ellos ¡prefirieran liberar a un asesino! ¿Dónde estaban los 10 leprosos, la mujer a quien salvó de morir apedreada, el gadareno, el joven a quien le devolvió la vista y tantos otros? Todos tuvieron miedo, pero era parte del plan divino. Satanás deseaba que el corazón de Jesús se llenara de amargura porque de esa forma hubiera pecado, el proyecto de salvación se echaría a perder y no hubiera sido promovido a la derecha del Padre, pero Él no cayó en la tentación. Incluso clavado en la cruz, entre dos ladrones, dijo al Padre, lleno de compasión: “Perdónalos porque no saben lo que hacen”. ¡Ese es nuestro líder y debemos imitarlo! Satanás tratará de impedir que crezcas como buen cristiano y buscará que tu corazón se llene de rencor porque alguien te rechazó, pero no lo permitas. Sin importar lo que suceda, pídele fortaleza a Dios para superar el rechazo y el dolor.

No te quejes de los problemas, alábalo y pon tu mirada en Él, como Jesús. quien ensangrentado en la cruz no se desesperó sino que seguramente dijo: “en 72 horas me levantaré de entre los muertos, la humanidad será redimida y podré sentarme junto a Mi Padre”. Cuando pases tiempos difíciles, piensa con fe: “Este no es mi destino, es sólo el camino y aguantaré con el Señor”. Las cosas desagradables suceden aunque seamos buenos, Jesús no había hecho nada malo para merecer un sufrimiento como el que padeció, sin embargo lo soportó porque la promesa era más grande que la dificultad. No importa si es un pesebre, en el pozo donde estuvo José, en el desierto o en la cueva de Adulam, allí donde te encuentres, busca a Dios y entrégale tu circunstancia para que te ayude a superarla.

No tengo explicación para el proceso que estás viviendo, pero puedo decirte que la actitud correcta es la que te ayudará a obtener buenos resultados al final. Dale gracias por Sus planes de bien para tu vida y esfuérzate por alcanzarlos. Recuerda que no estás solo porque Él te sacará adelante. El pesebre, la cueva o el desierto no son nada frente a Sus promesas ya que serás puesto en el lugar que te ha preparado. Confía en la fortaleza que te dará, aprovecha el camino que ha puesto frente a ti y que te llevará a cumplir tu destino.

El Día en que Mi Vida se Detuvo

“La vida está llena de posibilidades pero tú nunca obtienes la tuya”.Charlie Brown
¿Te has sentido alguna vez como que tu vida se detuvo? ¿Has pensado que la vida esta llena de posibilidades pero que no es para ti? Hay muchas personas que se encuentran detenidas en la vida, diariamente recibo correos solicitando ayuda, personas que no saben que hacer, que han sido abandonados por su pareja, que perdieron el trabajo, que están endeudados, que todo le sale mal, lo único que alcanzan a ver son problemas y mas problemas.
El destacado líder y escritor John C. Maxwelldice: “La gente no necesita cambiar sus problemas, sino sus perspectivas”. Creo particularmente que necesitamos cambiar nuestra manera de pensar de la vida,los problemas fueron hechos para resolverse, hasta la muerte tiene solución porque si estas en Cristo debes saber que tienes vida eterna, entonces te pregunto: ¿Por qué haces que tu vida se detenga? ¿Por que caer en un negativismo?Si tu piensas que algo va a salir mal de seguro va a salir mal.
La Biblia dice: “Lo que el impío teme, eso le vendrá; Pero a los justos les será dado lo que desean.”Proverbios 10:24. Mi pregunta ahora: ¿Que es lo que usted desea en la vida? ¿Desea seguir detenido o desea seguir avanzando sin importar las crisis, los problemas y los fracasos?Le tengo una mala y una buena noticia, la mala es que los problemas siempre van a existir mientras vivas en esta tierray la buena es que tú tienes la capacidad de salir adelante. Tu puedes elegir quedarte desplomado pensando que el mundo se acabó, llorando desconsoladamente, esperando a ver si tus amigos te ayudan en ese momento difícil o también puedes elegir buscar a Dios, buscar su sabiduría y buscar las oportunidades para mostrar las virtudes y los talentos que El te ha dado.
Alguien dijo: “La adversidad tiene el don de despertar talentos que en la prosperidad hubiesen permanecido durmiendo.”
Te daré algunas ideas que pueden ayudarte a que tu vida continúe:
1. Piense en el fracaso como una enfermedad para la cual existe una vacuna. El hecho de fracasar no significa que eres un fracasado. Si fracasaste en un negocio no significa que no sirves para los negocios, igual se aplica a una relación. Podemos aprender de los fracasos. Cuando aprendemos de ellos somos fuertes.“Porque siete veces cae el justo y se vuelve a levantar; pero los impíos se hunden en la desgracia” Proverbios 24:16.
2. Considere la posibilidad de que aunque tarde en cumplirse el sueño un día va a cumplirse. No te desesperes, llénate de paciencia pero no te quedes quieto, persevera en tu misión de vida.La vida es un proceso y nunca nada grande se logró de inmediato, se requiere trabajo, tiempo, talento y tesoro. La mayoría de las personas quieren que las cosas se les solucione de inmediato cuando el problema lleva tiempo arraigado en su vida, hay que trabajar en nuestra vida primeramente y luego con la gente que me rodea. Considere ser una persona de fe, nunca es tarde para alcanzar sus sueños. Nunca es tarde para salvar su matrimonio, nunca es tarde para llegar a acuerdo con sus acreedores y cancelar sus deudas, nunca es tarde para comenzar e intentarlo de nuevo.
3. Quítese la etiqueta de perdedor o perdedora, evite caer en la autocompasión. La realidad es que todos fallamos, caemos, tropezamos y cometemos errores. Lo importante no es la caída sino cuantas veces te levantes. Las caídas son parte de nuestro aprendizaje a caminar, por supuesto que duelen pero no caigas en “pobrecito o pobrecita yo” “¡Soy un fracaso!” “Nadie me quiere”. “No me vuelvo a enamorar”. Practique el juego. Que tal…mi matrimonio es una bendición, mi negocio está creciendo, tengo excelentes amigos, soy un ganador, soy libre de deudas, colóquese la etiqueta de ganador.
4. Evite ser una persona reactiva, conviértase en una persona proactiva. La mayoría de las personas en los momentos de crisis su tendencia natural es a reaccionar, desarrollando sentimientos de frustración y contrariedad, luego pasan a la duda y pánico, quedando paralizados. La vida es 90% de cómo reacciono ante las circunstancias. Antes que reacciones con temor y ansiedad, actúa dando pasos alentadores y audaces  hacia adelante.
“No podemos dirigir al viento, ni nadie puede hacer que amanezca, pero si podemos ajustar las velas y disfrutar cada despertar.”Stephen Covey
Para ajustar las velas y disfrutar cada despertar haz lo siguiente:
Amate ati mismo y suelta tu pasado (fracaso). Nada puedes hacer para cambiarlo, el pasado no vuelve. Lo que si puedes hacer es vivir el presente y anticipar el futuro. No vivas pensando en lo que pudo haber sido, valora la vida que tienes.
Fortalécete en las promesas de Dios.No te quejes de la situación, deja de enfocarte en los problemas y busca las bendiciones que Dios te ha dejado en su Palabra. Aduéñate de las promesas de Dios.
Hazte preguntas que te lleven a mejores elecciones.En vez de sentirte preocupado por los problemas, atemorizado por la situación que esta viviendo, tómese el tiempo para estudiar y analizar lo que está viviendo.Hazte preguntas tantas vecescomo quieras hasta que encuentres lasrespuestas que te ayude a elegir el futuro que deseas. ¿Qué haría Jesús en esta situación? ¿Qué puedo aprender de todo esto?
Busca las oportunidades y diseñe un plan de acción de cinco pasos.Cada día sale el sol, así que hoy es el mejor día para comenzar de nuevo. La fe sin obras es muerta.

5. Recuerde, usted puede convertir el fracaso en un triunfo. El fracaso no as una condición permanente. Es posible re-inventarse, aplicar la resiliencia. No importa lo que haya pasado, todo eso queda atrás tiene opciones y el poder de elegir. La clave es cultivar el arte de ver los problemas. Deje de vivir con la creencia de que está ‘desamparado’, ‘arruinado’, que es ‘un fracaso’. Cambie todo eso por la idea de que está listo para el trabajo, sus finanzas están sanas, su familia es la mejor. Piense en actividad, movimiento; visualize: trabajo y servicio. Confía en que Dios está contigo y verá que todo llega a realizarse.
Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. Romanos 8:28 (NVI)
Finalmente, recuerde que la vida continua, la vida no se detiene, tu corazón sigue latiendo, si quiere mejorar su vida debe avanzar, aun arriesgarse al fracaso., deje de pensar como Charlie Brown y obtenga la vida que desea.
“La vida es una aventura osada o es nada” Helen Keller.
¡Viva la vida completamente, sin reservas, con entusiasmo!

CUANDO LAS PUERTAS SE CIERRAN

Largo rato atisbó la llegada de la joven. Sabía que todas las noches, a las diez en punto, regresaba del trabajo. Era una joven bella, atractiva, verdadera flor de Málaga, España. Tal como él lo esperaba, la joven llegó. Tan pronto como ella abrió la puerta y entró, él se abalanzó sobre ella. Sin embargo, las cosas no salieron bien. José Olmedo, el asaltante, se vio en una ratonera. La señorita alcanzó la puerta de su apartamento y escapó. Olmedo se encontró de pronto en una situación difícil. Ninguna puerta se abría a menos que pulsara el código. Dentro del vestíbulo del gran edificio de apartamentos, el joven, de veintidós años, fue arrestado por la policía. Le llamamos «ratonera» a una situación que no tiene solución. También se le llama «callejón sin salida» y «punto sin retorno». Se trata de una de esas condiciones imposibles de la vida. La gran mayoría de ellas, como en el caso de Olmedo, las producimos nosotros mismos con nuestros errores y nuestros excesos. Pero a veces, por esas situaciones ingobernables de la existencia, se producen solas. En todo caso, son circunstancias que nos atrapan en una ratonera de la vida, sin puerta de escape, sin socorro y sin protección. ¿Realmente hay ratoneras? ¿Hay situaciones insolubles? No, no las hay. Cuando todo recurso se ha agotado, siempre queda Dios. Y no es que Dios haga caso omiso del pecado. Él cambia el corazón humano. Su invitación es franca, firme y segura. He aquí las palabras de Cristo: «Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso» (Mateo 11:28). Nuestro mayor problema no es un callejón sin salida. Es el no acudir a Dios cuando todas las puertas se han cerrado. O tratamos, debido a nuestro orgullo, de resolver nuestro propio dilema, hundiéndonos más en el problema, o cedemos a la depresión que, para colmo de males, nos lleva a considerar el suicidio. Solos no podemos salir de la ratonera. Sin embargo, Jesucristo espera nuestro clamor. Él está siempre listo para socorrernos y quitar las angustias que nos consumen. La vida siempre nos va a presentar situaciones imprevistas, problemas, al parecer, insolubles. Vivimos en un mundo lleno de corrupción. Pero Cristo quiere ser nuestro Salvador. Pongamos nuestro problema en las manos de Dios. Entreguémosle a Él esa dificultad que nos está consumiendo. A Dios nada puede sorprenderlo ni amedrentarlo. Él es Dios, y puede socorrernos. Basta con que le digamos: «Entra, Señor, a mi corazón.»

Cuando la cárcel TE LIBERA

Hechos 16:23-34

Ser privado de la libertad es uno de los perjuicios mayores a los que un ser humano puede ser sometido. La incapacidad de moverse con libertad hacia donde uno desea y cuando uno desea puede dañar permanentemente el área emocional de una persona.
La cárcel en que se encontraban Pablo y Silas era un lugar insoportable, lleno de humedad, mal olor, oscura, con sabandijas, excremento,sangre. Allí eran amarrados al cepo, permanecer sentados indeterminadamente.
Si el ser privados de la libertad era terrible, lo era más porque estaban allí injustamente. Pablo y Silas habían liberado a una joven endemoniada y esta acción de servicio cristiano y expresión del Reino de Dios, provocó que los arrojaran en la cárcel.

Pablo y Silas habían sido azotados con varas, al estilo romano, sus espaldas estaban sangrando, se habían formado llagas y ya secas se pegaban a sus ropas lo que les provocaba dolor insoportable en cada movimiento. Sin contemplación alguna, las órdenes dadas al carcelero se llevan a cabo (versículos 23-24).
Cuando estamos en situaciones que nos inmovilizan, que nos oprimen, que parecen coartar nuestra libertad, tenemos que tomar decisiones que aumentarán o disminuirán nuestra carga.
La actitud, manera y forma en que nos enfrentemos con la crisis determinarán cuánto crezcamos, maduremos y cuán estables estemos al pasar la prueba o la situación difícil.

Pablo y Silas estaban azotados, adoloridos, injustamente encarcelados , pudieron decidir: quejarse, lamentarse, clamar justicia, rebelarse o amargarse, sin embargo decidieron orar y alabar a Dios.

Tu cárcel, tu inmovilidad, la situación que te está paralizando, el problema ante el cual te encuentras y que no puedes tú resolver puede liberar: oración y alabanza.

Es tu sola decisión.

Ante tu crisis financiera, ante tu crisis matrimonial, ante la pérdida de tu ser querido, ante tu enfermedad, ante la carga que te aplasta, tienes una alternativa gloriosa: orar, alabar y adorar.

A medianoche,cansados, adoloridos, sin saber qué sería de sus vidas, inmovilizados por un cepo que apretaba sus pies y se los hinchaba cada minuto un poco más, Pablo y Silas tomaron una decisión, mejor oremos y alabemos, bajo aflicción pero oremos y adoremos, bajo angustia pero mejor oremos y alabemos, bajo dolor insoportable pero mejor oremos y alabemos, ALELUYA.

Cuando la medianoche de la aflicción, la angustia y el dolor llegue aprende de Pablo y Silas y comienza a orar y a alabar. Cantaban lo suficientemente fuerte y alto porque el v.25 dice que los demás presos los oían.
Cuando tu cárcel libera oración y alabanza, alguien en tu misma angustia escuchará tu cántico. ¡ORA Y ALABA HASTA QUE TRASCIENDA TU VOZ A TRAVES DE LOS CALABOZOS DE OTROS EN AFLICCION! Ora y alaba lo suficientemente fuerte y permite que alguien en tu misma situación te escuche.

Pablo y Silas oraban seguramente pidiéndole a Dios que defendiera su causa, que El hiciera su perfecta voluntad, que El se glorificara en medio de toda la situación pero también alababan, llenos de fe agradecían con cánticos e himnos lo que El había hecho en el pasado y lo que El haría en el futuro aunque seguían encarcelados.
Cuando tu cárcel libera oración y alabanza, no pueden quedarse las cosas igual por mucho tiempo, no sabemos cuánto tardará, no sabemos cómo ocurrirá pero debes estar alerta porque LA CARCEL SE SACUDIRA DE UN MOMENTO A OTRO (v.26). Gloria a Dios.

Cuando tu cárcel libera oración y alabanza, comienza una reacción en cadena, comienza una reacción de dominó. Se libera a su vez poder de Dios.
Cuando tu cárcel libera oración y alabanza, éstas a su vez liberan poder de Dios, sacudimiento, terremoto y los cimientos se estremecen. Algo sobrenatural ocurre mostrando la acción poderosa de Dios.
Aquella sacudida abrió las puertas y soltó las cadenas de todos los presos. ¡Lo que puede ser liberado a través de nuestras experiencias de prisión cuando elegimos la actitud correcta de oración y alabanza es increíble!
Se abrieron las puertas, sólo se abrirán las puertas cuando liberes oración y alabanza en medio de tu cárcel. A veces la única forma en que se pueden liberar la oración y la alabanza es precisamente en la cárcel.

El carcelero se despierta turbado, asustado, no entiende lo que sucede (v.27) y quiere suicidarse al pensar que todos los presos han huido pero alguien lo detiene, Pablo (v.28).
Tu cárcel puede liberar compasión por otros, misericordia y amor. Dios había mostrado su poder atándole las almas a aquellos presos al tiempo en que les desataban los pies de las cadenas que los aprisionaban.
Tu cárcel puede liberar salvación (v.29), el carcelero pidió luz no sólo física sino espiritual, se había liberado la convicción de pecado en el alma de ese hombre, sobrecogido de temor, temblando se postra ante Pablo y Silas (v.30).
No sólo sería salvo el carcelero sino que todos los de su casa tendrían en su momento la oportunidad de salvación si ponían su fe en Jesús (v.31).

Tu cárcel puede liberar total renuncia, negación y muerte del yo. Pablo y Silas se olvidaron de sí mismos, de sus heridas, de la injusticia que los había llevado allí, del insomnio, del cansancio, sólo para anunciarle a su verdugo, el camino de la salvación.
Tu cárcel puede liberar salvación no sólo para uno sino para muchos, el carcelero levantó a su familia y dejó que Pablo y Silas les explicaran la Palabra de Dios.
Tu cárcel puede liberar frutos espirituales y servicio que resultarán en tu bendición, el carcelero "les lavó las heridas" y "les puso la mesa" (v.33), además de eso creyó él y toda su familia y se bautizaron.
Tu cárcel puede liberar gozo (v.34).

Tu cárcel puede liberar oración y alabanza o queja, amargura y lamentación. Tú eres quién decides.
Cuando las cosas no ocurran cómo planificaste, cuando se salgan de control, cuando la crisis te encierre en una prisión sin escapatoria ni salida, aprende la lección que aprendieron Pablo y Silas: tu cárcel puede liberar si asumes la actitud correcta: orar y alabar. Orar y alabar al que tiene el absoluto control de tu circunstancia y de tu vida, y aún tiene el control de la cárcel más oscura y profunda en la que te puedas hallar. Tiene tal control que es capaz de sacudirla, abrir sus puertas, soltar las cadenas y bendecirte a ti y a los que te rodean. No lo olvides, TU CARCEL PUEDE LIBERAR.

EL CIRUJANO

Mañana en la mañana abriré tu corazón le explicaba el cirujano a un niño. Y el niño interrumpió: -¿Usted encontrará a Jesús allí?

El cirujano se quedó mirándole, y continuó: -Cortaré una pared de tu corazón para ver el daño completo.

Pero cuando abra mi corazón, ¿encontrará a Jesús ahí?, volvió a interrumpir el niño.

El cirujano se volvió hacia los padres, quienes estaban sentados tranquilamente.

Cuando haya visto todo el daño allí, planearemos lo que sigue, ya con tu corazón abierto.


Pero, ¿usted encontrará a Jesús en mi corazón? La Biblia bien claro dice que Él vive allí. Las alabanzas todas dicen que Él vive allí....

¡Entonces usted lo encontrará en mi corazón!

El cirujano pensó que era suficiente y le explicó:

Te diré que encontraré en tu corazón..

Encontraré músculo dañado, baja respuesta de glóbulos rojos, y debilidad en las paredes y vasos. Y aparte me daré cuenta si te podemos ayudar o no.

¿Pero encontrará a Jesús allí también? Es su hogar, Él vive allí, siempre está conmigo.

El cirujano no toleró más los insistentes comentarios y se fue. Enseguida se sentó en su oficina y procedió a grabar sus estudios previos a la cirugía: aorta dañada, vena pulmonar deteriorada, degeneración muscular cardiaca masiva. Sin posibilidades de trasplante, difícilmente curable.


Terapia: analgésicos y reposo absoluto.

Pronóstico: tomó una pausa y en tono triste dijo: muerte dentro del primer año. Entonces detuvo la grabadora. Pero, tengo algo más que decir: ¿Por qué? Pregunto en voz alta ¿Por qué hiciste esto a él? Tú lo pusiste aquí, tú lo pusiste en este dolor y lo has sentenciado a una muerte temprana. ¿Por qué?

De pronto, Dios, nuestro Señor le contestó:

El niño, mi oveja, ya no pertenecerá a tu rebaño porque él es parte del mío y conmigo estará toda la eternidad. Aquí en el cielo, en mi rebaño sagrado, ya no tendrá ningún dolor, será confortado de una manera inimaginable para ti o para cualquiera. Sus padres un día se unirán con él, conocerán la paz y la armonía juntos, en mi reino y mi rebaño sagrado continuará creciendo.

El cirujano empezó a llorar terriblemente, pero sintió aun más rencor, no entendía las razones. Y replicó:

Tú creaste a este muchacho, y también su corazón ¿Para qué? ¿Para que muera dentro de unos meses?

El Señor le respondió: Porque es tiempo de que regrese a su rebaño, su tarea en la tierra ya la cumplió.

Hace unos años envié una oveja mía con dones de doctor para que ayudara a sus hermanos, pero con tanta ciencia se olvidó de su Creador.

Así que envié a mi otra oveja, el niño enfermo, no para perderlo sino para que regresara a mí aquella oveja perdida hace tanto tiempo.

El cirujano lloró y lloró inconsolablemente.

Días después, luego de la cirugía, el doctor se sentó a un lado de la cama del niño; mientras que sus padres lo hicieron frente al médico.

El niño despertó y murmurando rápidamente preguntó:

-¿Abrió mi corazón?

Si - dijo el cirujano-

-¿Qué encontró? preguntó el niño

Tenías razón, encontré allí a Jesús.

Dios tiene muchas maneras y formas diferentes para que tu regreses a su lado.

Bendiciones por medio de la sabiduría

"Dios desea darte las herramientas para que alcances tu llamado y destino."


Dios es nuestro Creador y desea compartir con nosotros Su sabiduría para que seamos capaces de crear y edificar donde nos involucremos. Porque tener sabiduría no es solamente ser inteligente sino saber qué hacer y cómo aplicar eso que sabemos y conocemos.

Además, la sabiduría no funciona sola ya que la Palabra nos habla de las siete columnas con las que edifica su casa , es decir, otros valores como el amor, la prudencia y la diligencia que también deben involucrarse en todo proyecto, pero que toman relevancia a ser utilizados con sabiduría.

Dios quiere aumentar el nivel de gloria en Su casa que eres tú. Él desea darte sabiduría para edificar y llenar tu ambiente con lo bello, lo agradable y bueno ante Sus ojos. Nosotros somos Su tesoro más valioso, lo que más anhela ver en Su casa. Por eso te dará sabiduría para construir en Su reino y llenarlo con los tesoros más valiosos: Sus hijos amados, toda persona que traigas a Sus pies para ser salva.

La sabiduría de Dios no son datos o conocimiento humano, sino la capacidad de comprender y decidir en cualquier situación a través de la revelación del Espíritu Santo. Esta sabiduría se manifiesta de dos formas. La primera es por Su intervención directa como las ocasiones cuando has experimentado que Su poder te abre puertas y pone oportunidades a tus pies de forma inexplicable. La otra forma es a través del entendimiento como la sabiduría que demostró Jesús para administrar el milagro de la multiplicación de los panes y los peces con lo que alimentó a más de cinco mil personas. Si analizamos la Palabra, vemos que Jesús le pidió a Sus discípulos que organizaran a la gente en grupos pequeños y que repartieran la comida. Esa capacidad de analizar y ordenar la situación para beneficiar a otros, solamente puede darla el Señor como manifestación y revelación de Su sabiduría que debe aplicarse en toda circunstancia.

Dios quiere tener un encuentro contigo, quiere darte sabiduría, quiere intervenir poderosamente en tu vida para hacer realidad cada una de tus peticiones. Él desea darte las herramientas para que alcances tu llamado y destino.

Él abrirá los ojos de tu entendimiento, te dará esperanza en Sus promesas y poder para hacer la obra. Todo eso es fruto de la sabiduría que desea compartirte. De nada sirve la revelación sin fuerza para ponerse a trabajar, de nada sirve el conocimiento dormido que no se practica y proyecta en la realidad de muchos. Y esa capacidad para hacer realidad lo que crees por fe, solamente será posible cuando recibas sabiduría del Señor y avances construyendo tu futuro.

Salomón recibió la sabiduría que pidió para gobernar, y también recibió prudencia y anchura de corazón6. Es decir que fue capaz de comprender todo y tomar buenas decisiones, aprovechar los recursos y maximizar el potencial. Hizo todo esto con la actitud correcta, siempre viendo el panorama completo, no con egoísmo, sino con un corazón amplio, justo, bondadoso. Esto es producto de la sabiduría que Dios le dio y la que desea darte. Ser sabio es tener entendimiento, comprender el proceso de lo que decides y aplicarlo con una actitud generosa, sincera y desinteresada. Ninguna persona sabia es mezquina o egoísta porque comprende que todo es parte del mover de Dios hacia la perfección.

Quizá tú tienes el conocimiento y la experiencia, pero no has alcanzado el máximo de tu potencial porque aún te falta sabiduría. Ahora Dios quiere dártela para que seas esa persona que Él anhela. Verás todo el panorama con claridad para alcanzar el éxito en tu empresa, en tu matrimonio y en tu ministerio.

La oración de David después de pecar fue de agradecimiento porque Dios le hizo ver la verdad con sabiduría. Así que prepárate porque el Señor desea darte el entendimiento y la creatividad que vienen de Su sabiduría. No importa si fallaste, porque al reconocer tu falta, te conviertes en esa persona que busca la justicia y reconoce que solo con la sabiduría de Dios es posible edificar, crecer y prosperar más allá de todo entendimiento

Una vida de EXCELENCIA

Relata una historia, que un guerrero puso el huevo de un águila en el nido de una perdiz.
El aguilucho salió del cascaron junto con las demás perdices y creció junto a ellas.
Durante su vida fue adoptando las costumbres de estas aves. Escarbaba en el suelo en busca de insectos, volaba a pocos metros de altura y cloqueaba como las perdices.
Pasaron los años y el águila "trasplantada", se convirtió en un águila vieja que seguía considerándose una perdiz. Cierto día mientras observaba el cielo, vio un ave magnifica que surcaba los cielos de manera imponente, y hacia frente a los fuertes vientos agitando sus bellas y hermosas alas, sin el menor esfuerzo.
"¡Que ave tan hermosa!... ¿quién es?..." pregunto el águila vieja a su amiga la perdiz.
Esta contesto " Es el águila, la reina de todas las aves..." y luego de un momento prosiguió "... pero no te ilusiones..., ni siquiera lo pienses, tu nunca serás igual a ella..."
El águila "trasplantada" no volvió a pensarlo más... y luego de un tiempo murió en la creencia de que ella fue siempre una perdiz.
¡Que lamentable! habiendo sido creada para surcar los cielos, y ser la reina de las aves vivió toda su vida picoteando debajo de las rocas buscando insectos, volando a escasos metros de altura y comportándose como una perdiz.
Es posible que en este momento te encuentres en una situación similar, sabes que has sido creado para cosas mucho más grandes que las que has realizado hasta hoy, sabes que hay un potencial dentro tuyo que todavía no se despertado, pero por alguna razón no has luchado, no te has esforzado por destacarte, por perfeccionarte. Tal vez por las autolimitaciones que impusiste en tu vida, diciéndote a ti mismo que no servías, o que no lo ibas a lograr, porque en una oportunidad lo intentaste, fracasaste y hoy tienes miedo de volver a intentarlo.
Tal vez no te atreves a luchar en búsqueda de la excelencia, por limitaciones que sufriste de parte de otras personas, fuiste criticado, te dijeron que no servías, menospreciaron tus sueños por mejorar tu calidad de vida, o fuiste formado en una cultura o en un hogar donde jamás se preocuparon en buscar la excelencia, y mucho menos en transmitir a sus hijos este deseo de superación. En fin, lo cierto es que cualquiera sea la razón, te encuentras frenado en la vida y no puedes avanzar.
¿Sera que Dios se opone a una vida de excelencia y pretende de nosotros que vivamos en mediocridad?
Dios desea que tú vivas en abundancia y alcances excelencia en todas las áreas de tu vida.
Por ejemplo, Jesús dijo: "Sean perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto"
La sangre de Jesús, El Espíritu Santo, La Palabra de Dios y los ministerios de la iglesia (Pastor, maestros etc.,) tienen como propósito perfeccionar a los creyentes.
A través de esto comprendemos que a Dios le agrada que sus hijos alcancen la perfección y este principio no es aplicable solamente a lo espiritual, sino también a todas las áreas de nuestra vida. Si buscas el perfeccionamiento en todas las áreas de tu vida te transformaras en una persona destacada, en un profesional, y de esta manera estarás abriendo un camino para tu futuro, para tu avance y también para tu promoción.
La excelencia no es un accidente, la excelencia es el resultado de tomar buenas decisiones, ejecutar algo de manera habilidosa y es el resultado de un esfuerzo sincero.
En esta oportunidad vamos a tratar sobre la importancia de tomar buenas decisiones.
La toma de buenas decisiones es fundamental para alcanzar una vida de excelencia, porque una mala decisión postergara tu futuro de éxito.
San Pablo menciona lo siguiente en filipenses 1:10 "...pido en mi oración, que Dios les de sabiduría y entendimiento, para que sepan escoger siempre lo mejor, así podrán vivir una vida limpia y avanzar sin tropiezo..." (Versión popular), esta es una oración que cada uno de nosotros deberíamos hacer a diario, ya que un futuro de éxito y nuestro avance en todas las áreas de la vida serán determinados por nuestra capacidad de tomar buenas decisiones.
Pablo oraba por los creyentes de Filipos para que ellos puedan decidirse siempre por lo más alto y lo mejor.
En tu vida personal busca siempre lo más alto y lo mejor...
En tu trabajo, lo más alto y lo mejor...
En tu filia, lo más alto y lo mejor...
En tu carrera, aspira siempre a lo más alto y lo mejor...
Lo más alto y lo mejor, debe ser tu meta.
Una mala decisión postergara tu futuro de éxito, porque las decisiones son el padre de todas tus acciones, las cuales te dirigen directamente hacia los resultados, porque tu vida es el resultado de todas las decisiones que has hecho. Las circunstancias o lo que te rodea tiene poca o tal vez ninguna influencia en los logros o fracasos de tu vida, lo que si tiene una relación directa con los resultados obtenidos, son las decisiones que hayas tomado.
Dios quiere darte la capacidad de tomar buenas decisiones porque las buenas decisiones son como pequeñas bisagras que abren las puertas hacia tu futuro de éxito